Desde su fundación en Le Locle en 1865, la Manufactura Zenith
no ha cesado de superar constantemente
los límites de la precisión. Esta búsqueda se materializó en la creación del movimiento
El Primero, que late a la excepcional frecuencia de 36.000 alt./h, y al que
siguieron otras innovaciones como un sistema de control de gravedad o la última
evolución del cronómetro marino.
El Academy Christophe Colomb Hurricane no solo reúne
estas dos garantías de precisión absoluta, sino que además añade otra mejora
que permite eliminar los desfases isócronos: su sistema de transmisión huso-cadena suministra una fuerza
constante para conseguir una amplitud perfectamente estable durante toda la
marcha.
Cuando, en 1865, Georges Favre-Jacot agrupó todos los oficios relojeros
bajo un mismo techo, creando así el concepto de Manufactura, no sospechaba que
su marca perpetuaría fielmente su legado –basado en la combinación entre gran
tradición relojera y audacia creativa– más allá de las épocas. Sin embargo, 150
años después, el espíritu pionero de este visionario sigue más vivo que nunca.
La marca de la estrella no ha abandonado nunca la localidad de Le Locle que
la vio nacer, pero tampoco ha dejado de explorar nuevos horizontes relojeros,
tal como demuestran sus más de 300 patentes registradas. Desde los cronómetros
marinos hasta los relojes de pulsera, pasando por los relojes de bolsillo,
durante su rica historia la Manufactura ha concebido de manera totalmente
interna más de 600 movimientos.
Zenith ha demostrado su saber hacer en todas las grandes complicaciones,
que domina con un virtuosismo poco habitual, pero si existe un ámbito en el que
la marca destaca especialmente, este es el de la cronometría. En este campo,
Zenith ha recibido 2.333 premios hasta la fecha, un récord absoluto.
La búsqueda de la precisión es desde siempre el objetivo de la marca en sus
creaciones, pero fue en 1969 cuando protagonizó uno de los mayores avances en
la historia de la medición del tiempo. Ese año Zenith creó el movimiento El
Primero, que no solo fue el primer cronógrafo automático integrado de la
historia, sino que además late a la excepcional frecuencia de 36.000 alt./h y
cuenta con una precisión de una décima de segundo. Desde entonces, este
movimiento legendario no ha dejado de evolucionar en el marco de una colección
que lleva su nombre.
Cristóbal Colón descubrió la tierra donde todo es
posible; el Academy Christophe Colomb
Hurricane descifra la clave para resolver el triple reto que afronta cualquier
reloj de pulsera, a saber, contar con una elevada frecuencia del balancín para
secuenciar el tiempo, neutralizar los efectos de la gravedad terrestre que
afectan a su marcha y eliminar las variaciones
de isocronismo. En otras palabras, se trataba de resolver los
problemas relacionados con el hecho de llevar el reloj (gravedad) y con la duración
de la marcha (pérdida de isocronismo -oscilaciones
idénticas del elemento regulador- a medida que el reloj se va descargando),
garantizando una alta precisión en la medición del tiempo (velocidad de los
movimientos del balancín).
La
mayoría de relojes de los siglos XVI, XVII y XVIII estaban equipados con un
huso que regularizaba la fuerza motriz transmitida al rodaje, pero hoy en día
las cosas son bien distintas. Las Manufacturas capaces de reproducir este
mecanismo en el reducido volumen de un reloj de pulsera se pueden contar con
los dedos de la mano. Con el Academy Christophe Colomb Hurricane, Zenith pasa a
formar parte de este club selecto.
La marca de la estrella, la única Manufactura que domina el sistema de
control de gravedad, inventado tras cinco años de desarrollo y galardonado con
el Gran Premio de Relojería de Ginebra en 2011 en la categoría de relojes con
complicaciones, ha necesitado dos años más para poner a punto el mecanismo de
transmisión huso-cadena. El motivo es que, entre los cronómetros marinos en los
que se inspira el Hurricane y este reloj de pulsera de solo 45 mm de diámetro,
existe un enorme abismo que Zenith ha conseguido salvar gracias a su dedicación
absoluta. Evidentemente, no era concebible dar cuerda al reloj con una llave
introducida en la esfera, tal como ocurría en siglos pasados, puesto que Zenith
quería desarrollar un reloj hermético y, por lo tanto, sin ninguna abertura.
Así pues, había que utilizar una corona.
A medida que un reloj mecánico se va descargando, su movimiento pierde
amplitud y, con ello, precisión. En cambio, si se utiliza un sistema de
transmisión huso-cadena la fuerza motriz se mantiene totalmente estable
mientras dure la reserva de marcha. El resorte albergado en su seno da fuerza
al cubo y la geometría helicoidal del huso -creada a partir de un cálculo
complejo específico para el resorte- compensa las variaciones que se van
produciendo en la fuerza del cubo. La transmisión entre el cubo y el huso del
Academy Christophe Colomb
Hurricane queda garantizada
por una cadena de 585
componentes y 18 centímetros de longitud. Esta cadena extremadamente compleja
ha sido realizada alternando eslabones dobles e intermedios. Además, las
dimensiones de los remaches se han calculado con sumo esmero para limitar su
juego. La manipulación exige un saber hacer y un cuidado enormes, pero al mismo
tiempo, una vez montada esta puede resistir a una fuerza de tracción de más de
3 kg.
Durante la reserva de marcha, el cubo transmite su fuerza al huso a través
de la cadena, que se va enrollando alrededor del cubo. Ajustando las
variaciones de tensión, el huso transmite de manera constante su fuerza al
rodaje, el cual a su vez la transmite a la rueda de escape de silicio situada
en la jaula giroscópica. Si bien hacen falta más de 50 horas (que es lo que
dura la reserva de marcha) para que la cadena se enrolle alrededor del cubo, la
rapidez con que la tija de remontuar da cuerda al reloj ofrece un espectáculo
fascinante: en pocos segundos, el huso y el cubo giran en sentido opuesto a la
marcha para que la cadena se enrolle de nuevo alrededor del huso y arme su
resorte.
La forma del huso del Academy Christophe Colomb Hurricane está determinada
por la fuerza óptima que los maestros relojeros de Zenith han querido dar al
cubo. Su silueta ranurada, parecida a un cono, y sus dimensiones son fruto de
cálculos minuciosos en los que se han combinado principalmente la fuerza
teórica y la duración de la reserva de marcha. Se trata de cálculos
extremadamente complejos, realizados para cada una de las siete fases de la
construcción. Este huso jamás se hubiese podido realizar sin la integración de
todos los oficios en el seno de la Manufactura Zenith (en especial la
realización de los prototipos de los movimientos) ni el uso de equipos
sofisticados. Esta es la fuerza de una Manufactura integrada y con una
capacidad de reacción inigualable.
La transmisión huso-cadena elimina las variaciones isócronas, pero el
Academy Christophe Colomb Hurricane anula otro efecto perjudicial para la
marcha de un reloj mecánico: el provocado por la atracción terrestre.
De acuerdo con el principio de que, manteniendo el órgano regulador en posición
horizontal, se obtiene la mejor amplitud posible del balancín y, con ella, la máxima
precisión horaria, Zenith imaginó y patentó un sistema revolucionario para mantener
permanentemente el órgano regulador y el escape en posición horizontal: el
“Gravity Control”. Se trata de un sistema vanguardista que demuestra una vez
más la audacia de la marca y, al mismo tiempo, rinde homenaje a su historia,
puesto que se inspira en los cronómetros marinos que Zenith producía en épocas
anteriores.
Este sistema de control de gravedad adopta de aquellos instrumentos
legendarios el principio de suspensión de cardanes, una especie de articulación
universal alrededor de una varilla que empezó a utilizarse en el siglo XVI en
las brújulas marinas para que girasen conservando su posición horizontal,
incluso cuando no estaban alineadas debido a los movimientos del barco.
Más adelante, con la aparición de los relojes de bolsillo, resultó
imposible aplicar el mismo sistema, ya que hubiese sido necesario llevar un
voluminoso mecanismo de 50 mm en el bolsillo. Fue entonces cuando, para
compensar los desfases del reloj, se inventó el tourbillon, que permanecía en
posición vertical en el bolsillo y en el que solo la varilla oscilaba hacia la
izquierda o la derecha.
Hoy en día, los tourbillons clásicos de los relojes de pulsera siguen
corrigiendo dichas posiciones, igualándolas en los cuatro ejes verticales cada minuto. Los tourbillons inclinados o
tourbillons multi-eje cuentan con más posiciones, si bien sólo se mantienen
brevemente en posición horizontal y se limitan a corregir los errores causados
por los numerosos movimientos de la muñeca.
Gracias a su mecanismo giroscópico autorregulador, el
sistema de control de la gravedad permite mantener permanentemente el escape en
posición horizontal, sea cual sea la inclinación de la muñeca. Por lo tanto, nos
encontramos ante la máxima evolución del cronómetro marino hasta el momento.
En Zenith,
la audacia y la autenticidad se combinan con el placer. Es por ello que el
Academy Christophe Colomb Hurricane es no solo un logro inédito en materia de
precisión, sino también un lujo para la mirada en cada momento. Debajo del
cristal de zafiro, tallado a partir de un solo bloque, se despliega el
refinamiento mecánico del sistema huso-cadena, formado por el cubo y el huso,
alrededor de los cuales se enrolla la cadena. La jaula giroscópica situada a
las 6 horas, una verdadera joya relojera compuesta de 173 elementos, fascina
con sus gráciles giros.
Video de la manufactura.
Excelente marca con unos relojes realmente espectaculares.
ResponderEliminarUna buena decision en arreglar mi reloj
ResponderEliminarHola buenos dias en decirles que tenia mi reloj y se me descompuso y este reloj tiene algo de valioso ya que fue un regalo de mi esposa y queria llevarlo a un lugar donde lo arregle con seriedad y que quede muy bien arreglado asi que con muchas personas me recomendaron ir a herramientas relojero girod y fue una manera que mi reloj quedo full calidad me dieron su pagina web http://herramientasrelojero.com