Tengo la suerte de poder presentaros los
datos finales de uno de los retos que han marcado el año 2012. No perdáis detalle,
es interesantísimo.
LOS ANGELES, (EE.UU.) — El salto
supersónico de Felix Baumgartner desde las puertas del espacio, el 14 de
octubre de 2012, alcanzó una cota de velocidad superior a la inicialmente
estimada: Mach 1,25. Esta estadística solo es una parte de los datos y noticias
incluidas en un informe que detalla los resultados de tres meses de análisis de
los datos recogidos por el equipo científico de la misión Red Bull Stratos.
El amplio espectro de los hallazgos, que
incluye la obtención de los primeros datos psicológicos recogidos en un salto
en caída libre que ha superado la barrera del sonido, también ha llevado a
algunas revisiones de las cifras iniciales estimadas. Los datos recogidos, que
se usarán para futuras misiones aeroespaciales, han evidenciado la superación
de diversos récords: la velocidad vertical máxima de Baumgartner fue de 1.357,6
kilómetros por hora o Mach 1,25, en relación a los 1.342,8 km/h o Mach 1,24
estimados en un principio. Con la ayuda de un dispositivo adicional de registro
de datos, la altura del salto también ha sido corregida hasta los 38.969,4
metros, en relación a los 39.045 estimados el día del salto.
El descubrimiento más importante del
análisis de la misión ya fue evidente para los millones de espectadores de todo
el mundo que siguieron la misión en directo. El salto en caída libre del
aventurero austriaco demostró que, con el equipamiento adecuado y un
entrenamiento estricto, un ser humano puede atravesar la barrera del sonido con
seguridad. Éste ha sido un avance vital para la industria aeroespacial en su
búsqueda de respuestas para establecer protocolos de evacuación de tripulación
y pasajeros en situaciones de emergencia, especialmente con la perspectiva no
muy lejana de los viajes espaciales comerciales.
“Juntos hemos demostrado que un ser humano en caída libre puede romper la barrera del sonido al volver de las puertas del espacio, puede pasar por la fase transónica y puede aterrizar sano y salvo”, explica el doctor Jonathan Clark, Director Médico de la misión Red Bull Stratos. “Esa fue una gran parte del programa y monitorizar la misión fue un evento significativo para la medicina y la fisiología aeroespacial”.
“Juntos hemos demostrado que un ser humano en caída libre puede romper la barrera del sonido al volver de las puertas del espacio, puede pasar por la fase transónica y puede aterrizar sano y salvo”, explica el doctor Jonathan Clark, Director Médico de la misión Red Bull Stratos. “Esa fue una gran parte del programa y monitorizar la misión fue un evento significativo para la medicina y la fisiología aeroespacial”.
La documentación de todos los datos de
la misión se terminó después de que el equipo científico del proyecto llevase a
cabo una revisión privada efectuada por colegas del sector, la Cumbre
Científica Red Bull Stratos, en el Centro Científico de California, el 23 de
enero de 2013, a la que asistieron astronautas de la NASA, mandos de la Fuerza
Aérea de los Estados Unidos y representantes de compañías aeroespaciales como
Virgin Galactic, Northrop Grumman, SpaceX, XCOR, Sierra Nevada Corporation,
entre otras. En la cumbre se revelaron las cifras finales enviadas a los
correspondientes organismos para ser aceptadas como nuevos récords mundiales,
que incluyeron la revisión al alza de la velocidad supersónica de Baumgartner.
Red Bull Stratos fue una misión
histórica a las puertas del espacio en la que Felix Baumgartner, un saltador
B.A.S.E. profesional, cumplió un sueño que tenía desde pequeño. El austriaco
saltó desde una cápsula que llegó a 39 kilómetros de altura sobre la Tierra,
impulsada por un globo de helio. Baumgartner se convirtió en el primer ser
humano en romper la barrera del sonido en caída libre y, de paso, estableció
numerosos récords adicionales. Desde su creación, la misión fue concebida como
un programa de ensayos para ampliar el conocimiento médico de los vuelos
espaciales con seres humanos.
La divulgación de los hallazgos de la
misión es la culminación de cinco años de desarrollo de un programa activo de
vuelos de prueba. Estos datos abarcan un gran espectro de temas, desde avances
técnicos o médicos, hasta información relacionada con la meteorología. Parte de
la información más esperada tiene que ver con los datos fisiológicos
preliminares de Baumgartner, que incluyen el pulso y la respiración en momentos
clave durante el ascenso y el salto de vuelta a la Tierra.
La monitorización fisiológica de
Baumgartner ha proporcionado al equipo científico más de 100 millones de puntos
de referencia, incluidos los primeros datos fisiológicos de la historia de un
hombre viajando a velocidad supersónica sin apoyo mecánico. En la publicación
de estos datos no solo se pueden observar el ritmo cardíaco y la respiración,
sino que también se indican las fuerzas que tuvo que soportar en momentos clave
de la misión.
El ritmo cardíaco de Baumgartner llegó a
las 185 pulsaciones por minuto cuando salió de la cápsula y se mantuvo entre
las 155 y las 175 durante la caída libre. Baumgartner, cuyo ritmo cardíaco
durante el periodo de respiración de oxígeno previo al inicio de la misión fue
de entre 40 y 100 pulsaciones, mantuvo un nivel de entre 60 y 100 durante el
ascenso, llegó a las 169 cuando alcanzó Mach 1,25, se mantuvo entre las 155 y
180 durante el descenso con el paracaídas, registró 163 en el momento del
aterrizaje y volvió a las 100 mientras regresaba en helicóptero al Centro de
Control de la misión. Su ritmo respiratorio llegó a un máximo de entre 30 y 43
respiraciones por minuto durante la caída libre.
Baumgartner
experimentó 25,2 segundos de absoluta ingravidez durante la fase inicial del
salto. Como consecuencia de ello, entró en un periodo de giros y vueltas que
llegó a un máximo de 60 revoluciones por minuto y que puso al austriaco de 43
años en situación de “barrena” durante 13 segundos. Baumgartner fue capaz de
estabilizar su trayectoria gracias a su experiencia como paracaidista. Todos
los datos fisiológicos entraron sobradamente en los parámetros estimados con
antelación y nunca excedieron los márgenes previstos. Por ejemplo, el contador
de fuerza G que Baumgartner llevaba en su muñeca nunca registró las 3,5 G de
fuerza durante seis segundos seguidos que habrían desplegado automáticamente su
paracaídas de frenado (o estabilización). De hecho, la zona de mayor riesgo de
Baumgartner, su región craneal, se mantuvo bajo las 2G de fuerza durante el
periodo que estuvo en barrena.
Baumgartner ha descrito la sensación de acelerar hacia la barrera del sonido y superarla de la siguiente manera: “Es como si flotases en el espacio y, entonces, empezases a coger velocidad muy rápido, pero no sientes el aire, porque hay muy poca densidad. Durante casi 35 segundos no podía sentir el aire a mi alrededor porque, básicamente, no había. Ese sentimiento de no estar sujeto a nada es molesto, cuando eres paracaidista profesional. Y, entonces, cuando finalmente notas aire más denso, debes mantenerte completamente simétrico en forma, porque de lo contrario empezarás a girar y entrarás en barrena, que es lo que me pasó a mí”.
Baumgartner ha descrito la sensación de acelerar hacia la barrera del sonido y superarla de la siguiente manera: “Es como si flotases en el espacio y, entonces, empezases a coger velocidad muy rápido, pero no sientes el aire, porque hay muy poca densidad. Durante casi 35 segundos no podía sentir el aire a mi alrededor porque, básicamente, no había. Ese sentimiento de no estar sujeto a nada es molesto, cuando eres paracaidista profesional. Y, entonces, cuando finalmente notas aire más denso, debes mantenerte completamente simétrico en forma, porque de lo contrario empezarás a girar y entrarás en barrena, que es lo que me pasó a mí”.
El Traje Espacial y el Paracaídas
La misión Red Bull Stratos ha logrado una serie de
innovadores hitos, tales como: el desarrollo y validación de un traje
presurizado y un paracaídas para Baumgartner con innovaciones específicas para
el salto; el desarrollo de nuevos protocolos de tratamiento médico que
incluyeron un punto específico para evitar el “ebullismo” y que se prevé que
sea un nuevo estándar médico en ese campo; y la introducción de un sistema de
paracaídas de “rizos” para el trabajo de recuperación de carga que ofrece
beneficios potenciales tanto para los pasajeros como para el carguero.
El traje de Baumgartner fue diseñado particularmente para
suministrar la máxima movilidad para controlar la caída libre, mejorar la
agudeza visual, el seguimiento por GPS y la protección termal. “Felix podría
haber ido a la luna con este traje, pero también era lo suficientemente cómodo
como para completar la caída libre de la misión”, apunta Mike Todd, el
Ingeniero de Soporte Vital de la compañía Sage Cheshire Aerospace, quien vistió
personalmente a Baumgartner para cada salto, ya fuese de prueba o el
definitivo.
Actualización de los Récords
Tras varias semanas dedicadas a analizar los datos de la
misión, Brian Utley, Observador Oficial de la Junta de Récords de la Asociación
Aeronáutica Nacional de los Estados Unidos, ha podido proporcionar las
actualizaciones pertinentes de los récords mundiales que, actualmente, están
bajo inspección de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) (un proceso
que, habitualmente, requiere un espacio de tiempo prolongado):
Velocidad Vertical Máxima:* 1,357,6 km/h - Mach 1,25
Estimación anterior: 1,342,8 km/h - Mach 1,24
Altura máxima de salto: 38.969,4 m.
Estimación Anterior: 39.045 m.
Distancia Caída Libre Vertical:* 36.402,6 m.
Estimación anterior: 36.529 m.
*sin el paracaídas de frenado (o de estabilización)
Utley ha apuntado que la altura de salto de Baumgartner fue
un 24% más alta que la del anterior récord, el de Joe Kittinger en 1960, desde
31.333 metros. También ha vuelto a confirmar el tiempo que Baumgartner estuvo
en caída libre: 4 minutos y 20 segundos; y ha apuntado que el globo de Felix
llegó a una altura máxima de 39.068,5 metros, el mayor vuelo en globo
tripulado, antes de descender levemente hasta la altura desde la que saltó.
Utley ha añadido que la categoría de “Velocidad Vertical
Máxima” es nueva en la FAI y que se ha establecido especialmente para adaptarse
a la rompedora naturaleza de la misión Red Bull Stratos.
Enlace de la web del proyecto
Enlace con la web oficial de la marca relojera que ha
estado en la muñeca de Felix
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