Este reloj de la colección Villeret
se equipa este año con un nuevo movimiento de carga automática que palpita con
una frecuencia de 36.000 alternancias/hora (5 Hz) y que está provisto de un
cronógrafo flyback. Además, por primera vez indica una función pulsímetro, que
permite conocer con una simple mirada su ritmo cardíaco. Este nuevo modelo de
la colección Villeret integra un novedoso calibre de manufactura de 13 líneas
perfectamente adaptado al tamaño de la caja.
Este inédito movimiento, cuyo corazón
palpita con una frecuencia de 36.000 alternancias/hora, una primicia en
Blancpain, comprende 322 componentes incluyendo una espiral de silicio. Está
dotado de un embrague vertical, así como de un mecanismo de cronógrafo con
rueda de pilares. También dispone de una función flyback, que permite la vuelta
a cero y el arranque instantáneo con una simple presión sobre el pulsador
situado a las 4 horas, dispositivo que resulta muy útil cuando se necesita
efectuar la medición de lapsos de tiempo sucesivos.
Este año, por primera vez, Blancpain
reúne todas estas funciones con un pulsímetro. Antes era necesario esperar
sesenta segundos para tomar el pulso, al tiempo que se contaba el número de
pulsaciones con precisión. El pulsímetro fue concebido para permitir que los
médicos y enfermeras tomen el pulso de sus pacientes con mayor rapidez. En
efecto, la aguja del cronógrafo está asociada a una escala con graduaciones
particulares que permiten, después de tan sólo treinta pulsaciones, indicar
directamente, y sin efectuar ningún cálculo, la frecuencia de las pulsaciones
cardíacas del paciente sobre la esfera. Por consiguiente, basta con poner en
marcha el cronógrafo, contar treinta pulsaciones y parar el cronometraje para
que la aguja indique sobre la graduación pulsímetro el número de pulsaciones
por minuto.
Fiel a la estética clásica de la
colección Villeret, este nuevo modelo presenta una esfera en esmalte grand feu abombada
blanca. La escala pulsimétrica rodea los índices romanos pintados en esmalte.
En el centro destacan con suma elegancia los contadores de 30 minutos y de 12
horas del cronógrafo, así como la fecha por ventanilla a las seis horas. El
fondo de cristal de zafiro permite entrever el recién nacido de los calibres
Blancpain, cuya masa está decorada con un motivo nido de abeja. Para perfeccionar
este conjunto, la caja de oro rojo de 43,6 mm de diámetro luce una distinguida
pulsera de piel de aligátor marrón.
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