Durante más de 500 años, la
floreciente historia de Venecia y la vida que fluye a través de sus calles,
plazas y canales, ha sido marcada por el magnífico reloj astronómico de la
Torre dell’Orologio. Ubicado en lo más alto, por encima de los tejados de
Venecia, dos grandes figuras se han mantenido siempre fieles a ambos lados de
la campana del reloj, marcando las horas con el golpeteo de sus martillos.
Consciente de la importancia de los grandes relojes Venecianos dentro de la
historia de la relojería, Piaget ha desempeñado un papel muy destacado en el
mantenimiento y conservación de estos extraordinarios monumentos de la
relojería. El último proyecto de mecenazgo de la Maison en Venecia es la
finalización de la remodelación de la famosa Torre dell’Orologio: la
restauración de las dos estatuas de los Moros, importantes símbolos de la
influencia Veneciana.
La larga herencia de Venecia como
centro de la excelencia de las artes e innovación tecnológica, refleja el
propósito de Piaget como Maison dedicada durante los últimos 140 años a la
búsqueda de la perfección, misión que queda reflejada en “Perfection in Life”,
su nueva campaña publicitaria a nivel mundial. A través de las proezas
tecnológicas de su relojería, y la estética de sus creaciones joyeras y
relojeras, Piaget invita a los buscadores más exigentes a descubrir las piezas,
así como a experimentar momentos únicos
en los lugares más exclusivos. En conmemoración de la propia pasión histórica
de Venecia por la perfección y la experiencia excepcional que ofrece, Piaget ha
comprometido su conocimiento relojero y apoyo para la restauración de los
relojes Venecianos de valor incalculable desde 1997, incluyendo la restauración
completa de los mecanismos del reloj de la torre y el reloj del Palazzo Ducale.
Ubicado en la cara norte de la plaza
de San Marcos que lleva a la Mercerie, las posición estratégica de la Torre
dell’Orologio, ha jugado un importante papel en el diseño general de la ciudad:
un arco del triunfo desde el centro político y religioso de Venecia a la
principal arteria comercial de la ciudad, y un símbolo de la riqueza y poder de
la gran ciudad para cualquiera que la visite llegando desde el mar. Monumento
al tiempo y al poder de Venecia, la Torre dell’Orologio todavía sigue dominando
la ciudad.
Una obra maestra de la ingeniería, el
primer reloj fue construido en 1493 por Gian Carlo Ranieri, y modificado posteriormente
a mediados del siglo 16 y en el 19. Concebidos originalmente como pastores, las
dos imponentes estatuas que dominan la estructura han sido renombradas por los
venecianos como "los Moros" debido a la decoloración que ha sufrido
el bronce con el paso del tiempo y la brisa de Venecia. Cada una de ellas juega
un papel importante: el Moro viejo representa el paso del tiempo golpeando la
campana dos minutos antes de la hora en punto, mientras que el más joven lo
hace dos minutos después de la hora, simbolizando los tiempos que tienen que
llegar.
Recientemente las estatuas no eran
capaces de dar las horas de forma constante debido a un desgaste excesivo del
mecanismo que les permite pivotar hacia la gran campana, que seguía siendo el
fundido original del Arsenal de 1487. Como colaborador exclusivo para el
mantenimiento y puesta en servicio del mecanismo del reloj de la torre de
Venecia, Piaget ha sido invitado una vez más por la Fondazione Musei Civici de
Venecia para prestar sus conocimientos y el apoyo financiero en la restauración
de estas figuras renacentistas, de forma que en años venideros, el reloj
continúe marcando la hora perfecta con el repicar de sus fieles Moros
Venecianos.
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Me impactó ver tanta belleza!
ResponderEliminarMe alegra que te guste Horacio. Un saludo.
ResponderEliminarCiertamente es alentador observar la ilusión creciente por la restauración de estas obras de arte cuyo principal elemento es el reloj histórico; justo en este momento donde la vieja escuela y el dominio por la mecánica están prácticamente extinguidos-
ResponderEliminarResulta pues paradójico que ante tan magna obra por hacer y considerando que la restauración de obras de arte incluidas en monumentos declarados B.I.C. están protegidas por las leyes de patrimonio e incluso por la Unesco; aun no dispongamos de los centros de referencia para acreditar a los profesionales que han de intervenir en las restauraciones de relojes monumentales. Por tanto las conclusiones a las que se llega para efectuar dichas restauraciones , no van acompañadas de los estudios previos, ni tan siquiera de unificación de criterios a la hora de abordarlas con el rigor histórico que se merecen.
Com bien señala en el artículo ;”Recientemente las estatuas no eran capaces de dar las horas de forma constante debido a un desgaste excesivo del mecanismo que les permite pivotar hacia la gran campana” en definitiva un claro deterioro en la sonería del reloj , ,posiblemente causada por desgastes y desajustes en los engranajes. Precisamente hablamos de técnica. Pero debemos hablar también de la auténtica obra de Gian Carlo Ranieri, y los porqués de sus sucesivas modificaciones. En definitiva el mecenazgo es loable e interesante siempre que se atenga a las normativas y sucesivas “Cartas de Venecia” en materia de restauración,
Hemos de impulsar esta visión que se enmarca dentro de un desarrollo social y cultural ; donde la transmisión de conocimientos a futuras generaciones, sea primordial y vital para proteger el legado, hemos de alejarnos de todo aquello que pueda conllevar una mera estrategia publicitaria y acercar a los mecenas a contribuir con otras formas de proceder, formas que alienten y hagan de nuestras pretensiones artísticas y profesionales un valor añadido; pues solo desde el legado cultural y su historia se pueden establecer lazos que nos impulsen hacia una nueva economía basada en el conocimiento.
Buenos días Rosa María Villanueva Llada, muchísimas gracias por la aportación.
Eliminar¿Eres Relojera?
Un saludo.