El Rado DiaMaster Grande Seconde, presentado en la última
edición del salón BaselWorld, es un reloj que pone de manifiesto la importancia
de cada segundo. Sus dos subesferas, una para las horas y los minutos y otra
para los segundos, nos recuerdan con enorme elegancia que el tiempo es oro.
A los relojes presentados a lo largo
del año se añade un impactante nuevo modelo en tonos grises y azules. La correa
de cuero de color gris oscuro realza el brillo metálico de la cerámica de
plasma de alta tecnología, mientras que las llamativas agujas de acero azulado
añaden al diseño de este reloj un tono vanguardista. Aunque su aspecto sea
marcadamente moderno, gracias a la aplicación de innovadoras tecnologías como
la cerámica de plasma y la caja con diseño monobloque, estamos ante un reloj
con alma de clásico.
Al fijar la vista en su correa de
cuero color azul o de un cálido tono marrón, estas dos auténticas obras
maestras de la relojería conseguirán que su pulso se acelere. La caja con
diseño monobloque de la familia DiaMaster, de cerámica de plasma de alta
tecnología en tono metálico, es el marco que envuelve el seductor diseño de
este reloj. La esfera, de color blanco o gris, se divide en dos subesferas
superpuestas con índices plateados, ubicadas fuera del centro para facilitar la
legibilidad y conseguir un diseño cautivador.
Con su
diseño retro y atrevido al mismo tiempo, el Rado DiaMaster Grande Seconde es el
complemento ideal tanto para un traje como para un atuendo informal de fin de
semana. El carácter poco convencional de su esfera consigue hacer destacar
tanto al reloj como a su portador. Este reloj es perfecto para todos aquellos
que se atreven a ser diferentes.
La fascinante cerámica de plasma de
alta tecnología es un avance revolucionario en el campo de los materiales para
el sector de la relojería. Rado fue pionera en el uso de este material,
elaborado mediante un proceso en el que no interviene metal alguno. La cerámica
de plasma de alta tecnología ofrece lo mejor de ambos mundos: las ventajas sin
igual de la cerámica de alta tecnología y un atractivo brillo metálico.
Sorprendentemente, la cerámica de plasma de alta tecnología nace de color blanco.
Las cajas de cerámica de alta tecnología de color blanco terminadas y las
piezas de correas ya pulidas o arenadas para conseguir un acabado mate se
elevan hacia el interior de un horno especial de plasma. En el horno, los gases
se activan al superar los 20.000 °C y la cerámica alcanza una temperatura de
900 °C y comienza a sufrir cambios en su estructura molecular. Estos cambios
hacen que el material adquiera un cálido brillo metálico. El resultado es
permanente y no se difumina con el paso del tiempo, por lo que los relojes
conservarán siempre su brillo de alta tecnología. Además, el proceso no afecta
a las propiedades esenciales de la cerámica, que conserva su resistencia a los
arañazos, su ligereza y sus propiedades hipoalergénicas.
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